Dos recientes casos públicos y reconocidos de muerte natural sucedidos en nuestro país han acabado siendo publicados como “rocambolescos asesinatos“ en prestigiosos medios de comunicación occidentales. Estas dos historias son excelentes ejemplos de cómo la realidad de Guinea Ecuatorial es muchas veces tergiversada, y de cómo algunos medios occidentales publican, sin comprobación ni rigor alguno, cualquier rumor que surge desde África, por muy increíble y delirante que sea. También analizamos un tercer e interesante caso de inmadurez periodística en nuestro país.

Caso 1: De muerte natural por enfermedad a asesinato por envenenamiento y de cómo ejercer un claro periodismo racista

Miércoles 7 de noviembre de 2012. La Red de Periodistas de Guinea Ecuatorial, junto con UNICEF, inicia un seminario taller sobre VIH/SIDA. En la apertura del curso participa el Ministro de Información, Prensa y Radio, Agustín Nze Nfumu, junto al Presidente de la Red de Periodistas de Guinea Ecuatorial, Manuel Nze Nsogo. Manuel Nze es, además, un gran amigo del ministro Nze Nfumu y también el padrino de uno de sus hijos. Tras finalizar la inauguración del seminario, ambos se despiden amigablemente. Desde luego, ni uno ni otro participó en ningún almuerzo, ni antes ni después de esa ceremonia.

Algunos días más tarde, el señor Nze Nsogo cayó enfermo, y poco después falleció a causa de su enfermedad y rodeado por su familia.

Cuál no sería la sorpresa, no sólo del ministro, sino de todos los amigos y conocidos del fallecido y de su familia cuando, semanas después de su muerte, desde fuera de Guinea Ecuatorial, una conocida ong internacional -nada menos que Reporteros Sin Fronteras (RSF)- publica que Manuel Nze Nsogo ha sido envenenado por el Gobierno a través del ministro, durante una comida que tuvo lugar en dicha inauguración. Para colmo, RSF difunde esta verdadera barbaridad (risible, si no fuese porque no tiene ninguna gracia) a otros medios internacionales.

Es de imaginar que la explicación de este tema procede del hecho de que RSF ha decidido hacer caso a alguien que -buscando perjudicar al ministro y al Gobierno de Guinea Ecuatorial- le ha trasmitido tan inverosímil e insidiosa invención. Pero al haber publicado la misma, y al haberla difundido a nivel internacional, sin realizar siquiera una mínima comprobación de los hechos, la ong ha demostrado su falta de seriedad generalizada. Máxime, teniendo en cuenta que se trata de una institución que defiende la ética en el ejercicio del periodismo.

Por otra parte, es de suponer que RSF no acusaría a un ministro de un país occidental de haber envenenado a un compatriota con la misma ligereza con la que ha actuado en este caso. Seguramente, si el caso se hubiera dado en España o Francia, por ejemplo, esta ong hubiera, al menos, realizado alguna comprobación de los hechos. Algo que parece que no es necesario, si los acontecimientos se producen en un país africano. Lo cual demuestra, indiscutiblemente, que RSF, además de ser una institución nada seria, incurre en una clara discriminación racial.

Caso 2: De muerte por infarto a fallecimiento por torturas

Jueves 6 de diciembre, por la mañana. En el transcurso de una reunión de trabajo en un despacho del complejo administrativo de Malabo II, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Miguel Abia Biteo Boricó, empieza a encontrase mal. Tras sufrir una rápida crisis de infarto de miocardio y desvanecerse sobre la mesa a la vista de todos los presentes, éstos intentan reanimarle por todos los medios a su alcance, mientras le trasladan a un coche para llevarle a una clínica cercana, donde, por desgracia, fue confirmada su muerte, a pesar de los intentos de los facultativos por restablecer el normal funcionamiento de su corazón. La noticia corre de boca en boca y pronto es conocida por todos los guineanos.

Jueves 6 de diciembre, por la noche. La conocida página web Wikipedia, abierta a la colaboración popular, ya ofrece un artículo sobre el Ministro de Trabajo fallecido, en el cual se indica que Abia Boricó “fue torturado en la prisión de Black Beach y murió aparentemente en la prisión de Malabo”. Dicha “historia” es reproducida por otras páginas webs,aunque la versión en español de esta página ha sido posteriormente corregida.

El Ministro de Trabajo, Miguel Abia Biteo Boricó, no sólo era un reputado miembro del Gobierno de Guinea Ecuatorial, sino una de las personas más cercanas y de confianza del Jefe del Estado, quien en los funerales de honor manifestó su proximidad y afecto hacia el fallecido. Su trágica y lamentable muerte, a una edad temprana, fue pública y a la vista de numerosas personas, y conocida pronto por todo el mundo. La versión de que el ministro fue torturado y murió en la cárcel es, sencillamente, delirante, lo que no ha evitado que pueda leerse en Wikipedia y en otras páginas webs.

Caso 3: De la vecina a la radio

Diciembre de 2012: El locutor de la Radio Televisión de Guinea Ecuatorial en Bata, de nombre Julián Esono Elá, ofrece la noticia de la muerte de una niña pequeña, a la que se ha encontrado ahogada. Al trasmitir la noticia, este locutor ofrece algunos datos que conmocionan a los oyentes: según la noticia, el cuerpo de la pequeña se había encontrado completamente mutilado. Estos datos causan gran alarma en la población de Bata, ya que les hace pensar que la niña ha sido asesinada y maltratada.

Tras la difusión de la noticia, y para tranquilizar a la población, intervienen tanto la policía de Bata, como la familia de la pequeña fallecida, para aclarar que la niña fue encontrada ahogada, pero que en manera alguna se ha hallado en su cuerpo cualquier rastro de maltrato o mutilación. Todos los indicios muestran que la muerte de la pequeña ha sido accidental. Por tanto, el locutor ha dado una noticia con una información completamente falsa: la de la mutilación del cuerpo de la pequeña. Al dar explicaciones sobre el origen de su noticia, el locutor aclara que fue la vecina de la familia de la víctima quien le habló de la mutilación del cuerpo. Y que él directamente difundió este malsano “cotilleo” como si fuera una auténtica noticia, sin haber realizado ninguna comprobación.

Este caso, reciente y real, es un ejemplo de la poca preparación que aún tienen muchos periodistas de los medios de comunicación ecuatoguineanos, que consideran como datos auténticos lo que es un simple cotilleo de una vecina, y no dudan en trasmitirlos, sin pensar en los daños y las consecuencias de ello.

Guinea Ecuatorial era, hasta hace tan sólo veinte años, un país pobre y completamente rural, sin prácticamente cuadros profesionales en ningún campo. El descubrimiento del petróleo y las acciones emprendidas por el Gobierno y por el Jefe del Estado, S. E. Obiang Nguema Mbasogo, por convertir a este país en un Estado desarrollado, han llevado a que, a una velocidad de vértigo, se construya una sociedad moderna. Por ello, nuestros medios de comunicación son verdaderamente recientes, y algunos de nuestros periodistas, aún poco formados.

Mientras se realiza un gran esfuerzo para profesionalizar a los nuevos periodistas, se espera también paciencia y prudencia por parte de los estamentos y los medios de comunicación, tanto del país, como del exterior, para no caer en la trampa de publicar todos los rumores absurdos, voluntarios o involuntarios, pero sin ningún fundamento, que les pueden llegar desde nuestro país. 

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.

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