El embajador Carmelo Nvono Nká, junto al personal de la cancillería, la delegación permanente ante la UNESCO y otros guineanos que viven en París, han asistido el viernes, 7 de marzo del 2025, a una misa de difuntos en la iglesia Saint Jean Baptiste para rendir tributo a las víctimas.

Hace cuatro años la República de Guinea Ecuatorial sufrió la mayor tragedia que se recuerda en las últimas décadas, unos pertrechos almacenados en el cuartel de Nkoantoma en la ciudad de Bata, se detonaron accidentalmente aquella tarde del domingo día 7 de marzo del 2021, dejando un saldo estremecedor de más de 100 muertos.

La funesta fecha se conmemora, desde entonces, cada año dentro y fuera del país. En Francia, la comunidad ecuatoguineana y amigos se ha congregado en una iglesia parisina para orar y pedir la redención de los fallecidos ante Dios.

El sacerdote, Christophe Babau, subrayó la importancia de realizar acciones por los difuntos, afirmando que “la certeza de la muerte nos hace descubrir que cada instante de los que pasamos entre aquellos a los que amamos es valioso y tiene sentido”.

Finalizados los oficios, los asistentes compartieron en la sede de la embajada, un cóctel ofrecido por el jefe de la misión, Carmelo Nvono Nká.

Las heridas abiertas en los corazones de las familias que perdieron a sus seres queridos en dichas explosiones se cicatrizan con cada acción política, humanitaria y religiosa que se toma entorno a la tragedia, las almas de los fallecidos descansan en paz, pero los vivos permanecen con el recuerdo en sus memorias.

Texto y fotos: Juan Carlos Obiang NsueEyui, Agregado de Prensa en Francia y Europa Central

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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