Bajo el lema “Empoderar a las mujeres para utilizar su potencial en la Inteligencia artificial - alcanzar la Seguridad Alimentaria y aliviar pobreza", el Gobierno de los Estados Unidos de América, Nigeria, Marruecos, Zambia y la República de Guinea Ecuatorial, en colaboración con la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas, han copatrocinado un evento en los márgenes del 68º periodo de sesiones de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que se celebra del 11 al 22 de marzo en la sede de la ONU en Nueva York.

Con la masiva participación de una gran mayoría de delegaciones de los Estados miembros de la ONU y el personal diplomático ecuatoguineano, Anatolio Ndong Mba, Embajador Representante Permanente de Guinea Ecuatorial ante las Naciones Unidas, ha pronunciado un discurso en inglés y en los siguientes términos:

-“Las acciones para transformar los sistemas alimentarios pueden aprovechar las complejas interrelaciones inherentes a la Agenda 2030 e impulsar el progreso durante la Década de Acción y Resultados, al tiempo que apoyan la recuperación de la pandemia.

La transformación de los sistemas alimentarios debe centrarse en proporcionar alimentos nutritivos a una población en crecimiento y revertir los recientes aumentos de las tasas de hambre. Sin embargo, vale la pena señalar que los sistemas alimentarios liberan el 29 por ciento de los gases de efecto invernadero globales.

Además, existe una clara necesidad de gestionar mejor los vínculos entre la salud humana y los sistemas alimentarios, dada la creciente prevalencia de enfermedades zoonóticas, como la COVID-19, que ahora amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas.

Para garantizar un acceso equitativo a una buena nutrición, debemos mirar más allá de ampliar las prácticas actuales de producción de alimentos con un enfoque de seguir como siempre, porque más de lo mismo sería incompatible con cumplir los compromisos del Acuerdo de París, así como muchos de los ODS. En cambio, necesitamos soluciones que combinen el mejor conocimiento científico, las buenas prácticas globales, el apoyo técnico y la participación del sector privado para lograr todos los beneficios potenciales.

Es gratificante observar que más de 22.000 personas, de 183 países, se unieron virtualmente a la reciente Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios. Los participantes en esta Cumbre pidieron a los países que renueven y aceleren el compromiso para lograr los ODS. Instaron a los países a adoptar un enfoque sistémico respecto de la alimentación, alineado con la Agenda 2030, que aborde la complejidad de nuestro mundo.

En su Declaración de Acción sobre la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios, el Secretario General identificó cinco áreas de acción, que surgieron del proceso de la Cumbre, para ayudar a informar las transiciones necesarias para hacer realidad la visión de la Agenda 2030.Estos incluyen: (1) Nutrir a todas las personas; (2) Impulsar las soluciones basadas en la naturaleza; (3) Promover medios de vida equitativos, trabajo decente y comunidades empoderadas; (4) Desarrollar resiliencia ante vulnerabilidades, shocks y tensiones; y (5) Acelerar los Medios de Implementación.

El Secretario General anunció que los organismos con sede en Roma (FAO, FIDA y PMA), que trabajan con el sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil y las empresas, dirigirán conjuntamente un centro de coordinación que aprovechará las capacidades existentes del sistema de las Naciones Unidas para apoyar el seguimiento de la Cumbre de Sistemas Alimentarios.

A medida que implementamos estas acciones, debemos involucrar a las personas que impulsan nuestros sistemas alimentarios, como los agricultores o pastores, en el proceso de adopción de medidas transformadoras. La comunidad empresarial, desde las pequeñas y medianas empresas hasta las corporaciones multinacionales, debe hacer su parte promoviendo prácticas comerciales responsables y brindando soluciones innovadoras para hacer que los sistemas alimentarios sean más sostenibles, resilientes y equitativos, para garantizar el acceso de todos a una dieta nutritiva y saludable.

La ciencia y la tecnología pueden contribuir a las transformaciones necesarias en los sistemas alimentarios. La Inteligencia Artificial (IA), en particular, es muy prometedora para abordar algunas de las compensaciones en los sistemas alimentarios, por ejemplo, mejorando la eficiencia en la producción, reduciendo el desperdicio y el uso de agua dulce, reponiendo los suelos y ofreciendo asesoramiento personalizado a los agricultores a escala.

Si bien esta promesa es apasionante, también se debe tener precaución con respecto a las posibles consecuencias adversas, como ya es evidente en otras aplicaciones de la IA. La capacidad para utilizar la IA está distribuida de manera desigual entre los países desarrollados y en desarrollo. Las enormes cantidades de datos necesarios para los sistemas de IA pueden resultar difíciles de recopilar en regiones donde no se dispone de Internet de banda ancha.

Por lo tanto, existe el riesgo de que las aplicaciones de IA dejen atrás a los países más pobres y a los agricultores. La automatización de la mano de obra agrícola, que depende de sistemas impulsados por inteligencia artificial, también podría desplazar a millones de trabajadores, como los trabajadores estacionales empleados durante las temporadas de siembra y cosecha, lo que requeriría inversiones en otras oportunidades.

Por lo tanto, es importante que tecnologías como la IA se compartan equitativamente con los países en desarrollo que enfrentan los mayores desafíos en materia de seguridad alimentaria. La importancia de la igualdad de acceso a la ciencia y la tecnología queda ilustrada por las profundas desigualdades que enfrentamos hoy en cuanto al acceso a las vacunas. Debemos repensar nuestros sistemas de comercio y derechos de propiedad con un espíritu de solidaridad global.

Si bien la IA y el aprendizaje automático son inmensamente prometedores para transformar los sistemas alimentarios, deben ser accesibles y aprovechar conocimientos y datos en contextos particulares para apoyar la nutrición en todas partes y mejorar los resultados de los pequeños agricultores, incluidas las mujeres que constituyen una parte importante de los trabajadores en el sector agrícola.

Me complace informar que existen plataformas de apoyo dentro de las Naciones Unidas, como el Foro de múltiples partes interesadas en ciencia, tecnología e innovación para los ODS, que ofrece un espacio para compartir conocimientos y mostrar las numerosas innovaciones en los países en desarrollo que tienen el potencial de ampliarse y compartirse entre regiones, incluidas las aplicaciones de la IA para la transformación de los sistemas alimentarios.

Además, las iniciativas de creación de capacidad lideradas por el Equipo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Ciencia, Tecnología e Innovación (IATT) y el Grupo de 10 Miembros para apoyar el Mecanismo de Facilitación de la Tecnología también pueden aprovecharse para garantizar que la IA en los sistemas alimentarios cumpla con objetivos específicos y necesidades en todas las regiones.

La plataforma en línea, 2030 Connect, es otra herramienta y parte del Mecanismo de Facilitación de Tecnología que proporciona un espacio dedicado a facilitar la adaptación y adopción del conocimiento de los ODS y las tecnologías sostenibles, especialmente en los países menos desarrollados”.

Fuente: Tobías Ramos Nkulu Nchama (Agregado de Prensa de Guinea Ecuatorial en la ONU)
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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