El VIH pediátrico sigue siendo una crisis silenciosa en África occidental y central. En 2023, menos del 35% de los niños que viven con el VIH en esta región habrán accedido al tratamiento.

Esta cifra alarmante, muy inferior a la de los adultos, revela no sólo un problema de salud pública sino también una flagrante injusticia en términos de derechos de los niños. Para estos niños, el derecho fundamental a la salud sigue siendo inaccesible, lo que expone a millones de vidas jóvenes a las consecuencias devastadoras de una enfermedad manejable.

La importancia de un enfoque centrado en el niño

Los niños que viven con el VIH enfrentan desafíos únicos: la necesidad de atención específica, medicamentos adaptados y seguimiento médico continuo. Sin embargo, el tratamiento pediátrico sigue siendo poco común, de difícil acceso y, en muchos casos, no disponible. En un contexto donde el estigma y la falta de recursos amplifican los obstáculos, es nuestra responsabilidad colectiva implementar una estrategia para combatir el VIH pediátrico que priorice las necesidades de estos pacientes jóvenes.

Una cuestión de derechos humanos

Privar a un niño del tratamiento necesario es una violación de sus derechos fundamentales. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño afirma el derecho de todo niño a la salud. Sin embargo, en África occidental y central, miles de niños se ven privados de este derecho debido a la falta de financiación y de servicios de salud adecuados. Todo niño tiene derecho a un comienzo justo en la vida, y garantizar este acceso a la atención del VIH les permite planificar un futuro saludable.

Los desafíos de la prevención y el cribado

Otro tema crítico es la detección temprana. Aunque se dispone de herramientas para prevenir la transmisión maternoinfantil, el acceso a ellas sigue siendo limitado. Con demasiada frecuencia, las mujeres embarazadas no son examinadas y los niños nacen sin saber si son portadores del virus. Esta realidad pone de relieve la necesidad de fortalecer los programas de salud y sensibilización prenatal, a fin de garantizar el tamizaje y la atención sistemática desde los primeros días de vida.

Fortalecimiento de los sistemas de salud para una atención pediátrica equitativa

Garantizar un futuro libre de VIH para los niños requiere compromisos firmes por parte de los gobiernos, los donantes y los socios. Esto implica apoyar los sistemas de salud, formar profesionales especializados en atención pediátrica y garantizar el suministro de medicamentos adecuados. Además, es crucial involucrar a las comunidades y familias en campañas de concientización, para combatir el estigma y fomentar un entorno donde cada niño pueda recibir el apoyo que necesita.

Un llamado a la acción por los derechos de los niños

Es hora de que la comunidad internacional y los gobiernos locales reconozcan el VIH pediátrico como una emergencia humanitaria y una prioridad para los derechos de los niños. Los niños no eligieron vivir con el VIH, pero tenemos el poder de brindarles la atención y el apoyo que merecen. Cada día sin acción es un día de sufrimiento para estos jóvenes. Por lo tanto, debemos movilizarnos, aumentar los recursos y los esfuerzos para garantizar que todos los niños de África occidental y central puedan acceder a un tratamiento de calidad y vivir una vida plena y plena.

El futuro de los niños que viven con el VIH depende de nuestras acciones hoy. Asegurémonos de respetar su derecho a la salud y a un futuro saludable.

Texto: Clemente Ela Ondo Onguene (DGPEPWIG)

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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