Los periódicos nigerianos dan más datos sobre el terrorista del vuelo de Detroit
diciembre 28, 2009
El terrorista nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, que intentó causar una masacre durante el vuelo Ámsterdam-Detroit, el pasado día de Navidad, es hijo de una familia convencional y muy respetada en su país. Durante estos días, los medios de comunicación nigerianos complementan el retrato del joven, al que consideran como un muchacho normal hasta que empezó a involucrarse con movimientos religiosos extremistas.
Los periódicos de Nigeria revelan en estos días nuevos detalles de la vida de Umar Farouk Abdulmutallab, el joven que el día 25 reactivó las alarmas terroristas en los aeropuertos de todo el mundo, al intentar hacer estallar un artefacto explosivo que llevaba adosado a su cuerpo, durante el vuelo 253 de Northwest Airlines, que hacía el trayecto Ámsterdam-Detroit.
Desde Nigeria, la familia del detenido ha trasmitido un comunicado en el que revela, entre otras cosas, que en los últimos años apenas si mantenían contacto con él. Según estas informaciones, la propia familia, por medio de su propio padre, había alertado a diferentes instituciones internacionales de seguridad para transmitir la preocupación que les causaba la desaparición de su hijo, así como las muestras de extremismo de las que había dado muestras en los últimos tiempos”.
El intento fallido del joven, de 23 años, comenzó en la capital comercial de Nigeria, Lagos, donde se embarcó en un vuelo de la compañía KLM. Tras hacer escala en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, el muchacho se embarcó en el vuelo de la Northwest Airlines con dirección a Detroit.
Hijo de un banquero retirado y de una conocida familia, Abdulmutallaba estudió en el British School de Lomé, en Togo, desde donde se trasladó al University College de Londres para realizar Ingeniería. Además, sus allegados le califican como un buen estudiante y un muchacho normal, aficionado al baloncesto y seguidor continuo de fútbol. Su equipo favorito era el Arsenal FC.
Sin embargo, las mismas fuentes también han comentado que desde que se puso en contacto con movimientos religiosos fue abandonando progresivamente el deporte. Todos ellos manifiestan su sorpresa por lo sucedido, y opinan que seguramente sus contactos con sus últimos años de estudio influyeron manifiestamente para esta evolución. Los medios de Nigeria también resaltan la importancia de que este hecho no destroce la reputación de su familia