Cuarenta y seis años de Independencia, cuarenta y seis años de Nación

Teobaldo Nchaso Matomba, Ministro de Información, Prensa y Radio, analiza la increíble evolución de nuestro país de cara a la celebración del próximo 12 de Octubre, Día de la Independencia Nacional.
El día 12 de octubre de 1968, al albur de los movimientos de libertad que despertaban al continente africano, un nuevo país vino a nacer, con grandes expectativas de futuro y con las ilusiones de realización de todos aquellos que lo formaban.
Un país joven, que nacía de una España unipartidista de facto en la época de Franco, y que sin embargo, otorgaba la independencia a Guinea Ecuatorial, envuelta en las sábanas de un incipiente pluralismo político.
Así, ese 12 de octubre del 68, comenzaba para este país y sus ciudadanos la difícil tarea de hacer patria. A los pocos meses, fruto de las eternamente presentes intrigas de políticos y empresarios, con intereses más allá de lo confesado en los discursos, empezaría también un rosario de planes de desestabilización que cercenaron la frágil democracia de nuestro joven país, llevándolo a vivir uno de los momentos más difíciles de su historia.
Hoy, en el año 2014, si a alguno de aquellos habitantes de la joven Guinea Ecuatorial le contáramos cómo es nuestro país ahora, no se lo creería.
Ninguno de los nuevos ecuatoguineanos de la nueva y flamante Guinea Ecuatorial independiente hubiera creído entonces que, en el año 2014, Guinea Ecuatorial sería el escenario de un desarrollo imparable que sorprende a propios y extraños. Que las antaño selvas impenetrables están ahora surcadas por carreteras de todo tipo, y que todas las ciudades y poblados están bien comunicados entre sí; que la gente tiene sus coches, su teléfono móvil, su luz en la casa; que en Malabo ha sido la capital africana escogida para celebrar dos veces la cumbre de la Unión Africana, la cumbre de ASA y otras. Que a Malabo llegan habitualmente mandatarios de todo el mundo.
También les costaría creer que nuestro país está conectado al resto del mundo con vuelos de diferentes compañías internacionales los 7 días de la semana.
Y que disponemos de nuestra propia compañía nacional de aviación, Ceiba Intercontinental, con una flota modernísima, cuyo confort supera incluso al de algunas de las compañías internacionales más antiguas. Y que esta compañía cubre rutas que enlazan muchos países africanos.
Sin duda, todo esto les hubiera parecido una absoluta ciencia ficción a los primeros habitantes de esta Guinea Ecuatorial libre, que en aquellos primeros años, soñaron con bienes, prosperidad y futuro, y cuyos sueños se trocaron rápidamente en las penas y los sufrimientos de una dictadura oprobiosa. Porque, como todos sabemos, los años jóvenes de nuestra Guinea Ecuatorial fueron de confusión, desencuentro y dolor. De enfrentamiento, oscuridad, marginación, y muerte.
Nuestro país surgió de la noche a la mañana, sin una adecuada preparación previa, sin unas estructuras claras y solventes de Gobierno. Sin esa visión de futuro que ahora nos aporta un hombre: Obiang Nguema Mbasogo. Sin que los gobernantes de la colonia que se marchó dejaran construidos los cimientos adecuados para iniciar una gobernabilidad con organización y recursos. Tampoco había profesores, ni médicos, ni empresarios, porque, entre otras cosas, no había habido nunca universidad en este nuevo país llamado Guinea Ecuatorial.
Sí. El pueblo ecuatoguineano comenzó su singladura, hace ahora 46 años, con grandes desafíos y sufrimientos. Pero el pueblo ecuatoguineano supo remontar, como el Ave Fénix, gracias sobre todo a la iniciativa y la guía de un Presidente único en el mundo. Un Presidente que ha liderado la senda de la reconstrucción, y el camino hacia el increíble desarrollo actual.
Pero volvamos al año 1968, y a aquellos ciudadanos, los primeros ecuatoguineanos que estuvieron presentes en la ceremonia de la independencia de Guinea Ecuatorial. Por mucho que todos ellos hubieran sido optimistas, ninguno hubiera creído que en el año 2014 el Fondo Monetario Internacional situaría a Guinea Ecuatorial como una de las mejores economías del mundo por invertir más del 60% del Producto Interior Bruto en el país, en línea con los objetivos del Gobierno de cara al Horizonte 2020. Una inversión que no es ni más ni menos que el fruto de la decidida acción del Presidente y de nuestro Gobierno por sostener el avance impresionante que se vive en nuestras calles y en nuestros pueblos. Es, gracias a esa inversión del Gobierno, por lo que hemos visto crecer, en los últimos años, nuevos edificios públicos y privados, viviendas sociales por toda la geografía nacional, aeropuertos, puertos, nuevas escuelas; nuevos hospitales, nuevas empresas, oficinas, comercios o universidades.
Pero este cambio, inimaginable para quienes presenciaron la independencia y sufrieron los primeros años de la historia de este país hace 46 años, no solo lo vivimos los ecuatoguineanos de puertas adentro, sino que también se vive de puertas afuera.
Guinea Ecuatorial, antaño país aislado, solitario, desconocido, ignorado, abandonado a su propia suerte, declarada “materia reservada” por la metrópoli, se hundía cada vez más en el caos, hasta que un hombre decidió cambiar su suerte, restablecer las libertades perdidas, la esperanza, la paz y el desarrollo. Es la gran gesta del 3 de Agosto del 79, que dirige S. E. Obiang Nguema Mbasogo y que marca el inicio de la recuperación de nuestra nación. Un país, Guinea Ecuatorial, que hoy forma parte de las grandes alianzas estratégicas que dirimen los asuntos del mundo.
Nuestro Presidente, un año más, acaba de regresar de los Estados Unidos, donde, desde el estrado de Naciones Unidas, ha vuelto a recordar a todas las naciones los avances que se viven en la nuestra, y ha vuelto a solicitar un mejor equilibrio y transparencia en el concierto internacional.
Guinea Ecuatorial ha sido también admitida en este año 2014 como miembro de pleno derecho de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), lo que viene a significar otra nueva e importante apertura al mundo, esta vez integrándonos en el mundo lusófono, que forma parte importante de nuestra historia y que sin duda formará parte importante de nuestro futuro.
En 1968, cuando los habitantes de Guinea Ecuatorial aun eran víctimas de todo tipo de enfermedades y problemas sanitarios, nadie hubiera creído que 46 años después, nuestro país dispondría de hospitales punteros que solucionan los problemas de salud que otrora requerían de costosas evacuaciones al extranjero. Los hospitales La Paz de Malabo y Bata, así como los hospitales Guadalupe, dotados de tecnología punta, son referencia en nuestra subregión.
La Universidad Nacional, creada bajo el impulso y la clarividencia de S. E. Obiang Nguema Mbasogo, hoy cuenta con más de siete mil alumnos, y tiene sendos campus universitarios en Malabo y Bata que marcan un hito en la historia de la inversión en educación en la historia de este país. Con obras bastante avanzadas, estos dos campus serán referencia en el continente africano.
En este año 2014, según un informe de la OMS, Guinea Ecuatorial ha alcanzado los Objetivos de Desarrollo del Milenio en mortalidad materna, dos años antes de la fecha límite fijada por Naciones Unidas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y reduciéndose la misma nada menos que hasta el 75%.
En este año 2014, además, Guinea Ecuatorial ha vuelto a realizar una grandísima aportación al mundo científico, al de la medicina y al del desarrollo humano, al entregar los segundos premios UNESCO-Guinea Ecuatorial, y al anunciar la donación de dos millones de dólares para la lucha contra el ébola, en solidaridad con los países hermanos que sufren de esta enfermedad. Cuando hace un par de años, S. E. Obiang Nguema Mbasogo propuso este premio, hubo quien, entre los que sistemáticamente se niegan a todo, se pusieron en contra de este premio. Hoy es evidente que esta es una iniciativa necesaria, de la que se beneficia la humanidad, y que por lo tanto es loable.
En fin, si alguno de los hermanos ecuatoguineanos que estuvieron presentes hace 46 años en la inauguración de nuestra vida como país independiente hubiera hecho algún augurio sobre nuestro futuro; si hubiera adivinado que tendríamos viviendas modernas, coches por todos los lados, grandes edificios, iluminación fuera y dentro de las casas, televisiones, teléfonos; que los presidentes de todo el mundo vendrían a nuestro país a reunirse... Si alguien hubiera vaticinado esto hace cuarenta y seis años, sin duda le hubieran tomado por un loco. Sin duda se hubieran reído de él. Hoy, todos podemos atestiguar que es lo que se vive día a día.
Hay que haber estado presentes en estos últimos años, y hay que estar hoy aquí, en el 2014, 46 años después del despertar de nuestra Nación, para saber que este no es un sueño: es una realidad. Todos la conocemos, todos la hemos vivido, todos estamos en ella. Una realidad de desarrollo, de paz y de armonía, de trabajo en equipo, de un país unido pese a los muchos esfuerzos que se han hecho y se siguen haciendo por separarlo, por sembrar la discordia entre nosotros para que engrosemos la lista de países en caos.
Esta es una realidad que debemos sobre todo a un guía, a un visionario, a un mandatario que ha guiado al pueblo de Guinea Ecuatorial por la senda de la paz, el desarrollo y el progreso: S. E. Obiang Nguema Mbasogo, Jefe del Estado y de Gobierno de este pequeño gran país que se llama Guinea Ecuatorial y que en su 46º cumpleaños luce mejor que nunca.
Si cabe aún más, para que la celebración sea todavía más completa, S. E. el Presidente de la República ha convocado el Diálogo Nacional que se celebrará el próximo mes de noviembre entre el Gobierno, los partidos políticos legalizados en el país, y los actores políticos de la diáspora ecuatoguineana que deseen participar. Este diálogo nacional es una iniciativa surgida de la voluntad personal del Jefe de Estado, en su calidad de árbitro y moderador del proceso político nacional, abierta a todos, y que no puede atribuirse a ningún partido político de la oposición. Hasta el 31 de octubre los actores políticos de la diáspora pueden llevar a cabo las formalidades para participar en ese diálogo nacional.
Este remanso de paz al que muchos quieren venir para conocer y ver lo que aquí se está haciendo, es, sobre todo, un ejemplo acertado de que en África no sólo hay hambre, enfermedades y guerras. También hay paz, progreso y desarrollo: unos valores que todos hemos de defender para hacer de Guinea Ecuatorial un país cada vez más próspero.
Firma
Teobaldo Nchaso Matomba
Ministro de Información, Prensa y Radio,
Ministro Portavoz del Gobierno.
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