La 30ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP30) se inauguró este lunes 10 de noviembre en Belém, en el corazón de la Amazonía, bajo la presidencia del Presidente brasileño, S.E. Luiz Inácio Lula da Silva. Tras un año marcado por fuertes tensiones geopolíticas y climáticas, el testigo pasó oficialmente de Azerbaiyán, país que dejaba la presidencia a Brasil, anfitrión de esta edición de gran simbolismo.

André Corrêa do Lago, un diplomático experimentado y una figura destacada en la diplomacia ambiental brasileña, preside actualmente las sesiones de la COP30. En su discurso de apertura, reiteró con firmeza las prioridades de Brasil: la implementación efectiva de los compromisos climáticos, la protección de los ecosistemas, particularmente en la Amazonía, la adaptación a los impactos del cambio climático y el aumento de la movilización de recursos financieros para apoyar a los países más vulnerables.

-“El tiempo de las promesas ha quedado atrás. Lo que el mundo espera hoy son acciones tangibles, basadas en la justicia climática y la solidaridad”, dijo Corrêa do Lago en una sala repleta, de asistentes al evento dando la bienvenida al espíritu de unidad que debe guiar esta histórica COP30.

Texto: Clemente Ela Ondo Onguene (DGPEPWIG)

Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial

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