La embarcación San Miguel, propiedad de la empresa Martínez Hermanos, había sido secuestrada por unos piratas que aún retienen a tres de los tripulantes.

El barco de transporte de mercancías San Miguel, propiedad de la empresa Martínez Hermanos, partió desde el puerto de Malabo el pasado 2 de enero con destino a la ciudad de Bata. Sin embargo, la nave desapareció en su travesía. Tras varios días en paradero desconocido, ha regresado al puerto de Malabo, donde los tripulantes han relatado su aventura.

Según sus declaraciones, el San Miguel fue asaltado por un grupo de piratas a las diez horas de la mañana del 3 de enero, a tan solo veinte millas del puerto de Bata, con un total de nueve trabajadores a bordo.

Tras el secuestro, los piratas revisaron la nave en busca de dinero, pero al no encontrar el botín deseado, desviaron el rumbo hacia Kribi (Camerún); confiscaron los teléfonos, y destruyeron el sistema de navegación para evitar ser localizados por los servicios de seguridad marítima.

A las cinco y media de la mañana del domingo 5 de enero, la nave fue liberada con la mayor parte de sus tripulantes a bordo. Sin embargo, la banda de piratas mantiene retenidos a tres de ellos; concretamente al capitán Kanishk Jhorar, al mecánico y al soldador. Para su liberación exigen una recompensa a Martínez Hermanos.

De momento la nacionalidad de los secuestradores no ha sido revelada, aunque las informaciones de los tripulantes indican que se comunicaban en el dialecto inglés/africano pichi. El Ministerio de Defensa Nacional está deliberando sobre las medidas a tomar.

Texto y fotos: Clemente Ela Ondo Onguene (D. G. Base Internet).
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial.

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